La avellana repelada es recomendable en situaciones de esfuerzo físico.
Es una buena fuente de ácidos grasos mono y poliinsaturados. La OMS establece que en la dieta entre un 30 y 35% de la energía la deben aportar los lípidos y que un 3% de esa energía deben ser ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico), estos dos aspectos los cumpliría con creces el aceite que aporta la avellana.